PRENSA
ELLE ESPAÑA
EL TIEMPO DE CURA
A través de su lente, EMILIA BRANDÃO rinde homenaje a 150 profesionales de la salud que, cada día, dan lo mejor de sí mismos en la primera línea de la pandemia.
Rosa, Esperanza, Paz, César, Jesús, Piedad… Son algunos de los 150 trabajadores que actúan diariamente en los hospitales madrileños Gregorio Marañón, Puerta del Hierro y Universitario del Sureste, y que la fotógrafa brasileña, embajadora de Leica, Emilia Brandão (São Paulo, 1982), retrató en EL TIEMPO DE CURA. Se trata de un proyecto en homenaje a un grupo de personas extraordinarias que se dedican al máximo y que enfrentan los altibajos emocionales de la mejor manera que pueden. “Fue necesaria una pandemia para reconocer su trabajo –dice la artista–. Una pandemia que puso a estos profesionales en la línea de combate, casi sin equipo, y su capacidad de respuesta quedó patente. No son héroes ni tienen superpoderes; son humanos que desempeñan su trabajo habitual por un bien común: salvar vidas”.
¿Por qué El Tiempo de Cura?
Estamos viviendo un momento de curación de la humanidad. Tanto para ellos, que trabajan incansablemente con el único objetivo de ayudar a los demás, como para la sociedad, es una curación del alma.
Siempre hay luz donde hay oscuridad.
Y quienes más la necesitan ahora, especialmente, son todos los equipos hospitalarios, y yo quería proporcionarles eso: desde el guardia de seguridad hasta el auxiliar, pasando por el conserje, el jefe de cocina y el fisioterapeuta. Todos. Ellos forman una cadena. Y necesitan este reconocimiento.
Se han convertido en la máxima expresión de la humanidad y del compromiso frente a un enemigo invisible.
Ante el impulso romántico de llamarlos héroes por su sacrificio sin tener en cuenta su propia salud, ellos no quieren ser vistos así. Tampoco como mártires. Sienten ansiedad e impotencia. Fueron lanzados a una guerra sin protección.
Aprovechándose de lo que son sus obligaciones hacia la población.
Sin duda. Un colectivo al que el virus ha vencido más de lo deseado. Para mí, ellos son el ejemplo de responsabilidad, humildad, compromiso y cariño que un ser humano puede ofrecer. Dejaron sus especialidades para formar un frente común. Y, por más oscura que sea la situación, tienen que seguir, dando lo mejor de sí mismos sin frustrarse y aferrándose a la fuerza que les brinda el sentimiento de equipo y la solidaridad de las personas.
¿Por qué, cuanto más presiona el virus, más fuerzas sacan de la debilidad?
Porque está en su sangre. Es un desafío vocacional, el de salvar vidas, que enfrentan sin dejar espacio para el miedo, con el objetivo de reencontrar la esperanza. Almudena, la directora de enfermería del Puerta del Hierro, fue una de las primeras personas a las que fotografié. Contó que, tras el atentado del 11M, para poder seguir adelante, sacaba fuerzas de la rabia. Fue horrible, sí, pero ocurrió en pocas horas. Ahora esto es como un tsunami, progresivo y constante, muy, muy largo, y por más preparados o menos que estén los hospitales, supera los límites imaginables. No acaba nunca.
Entonces, ¿de dónde sacan el coraje?
Del amor al prójimo. Ese amor que estuvo anestesiado por un tiempo y que ahora experimentan en la primera línea. Están siendo vulnerables.
¿Por qué crees que nos cuesta tanto mostrar nuestras debilidades?
Hay una profesora, Brené Brown, que te desafía a ser valiente y, por tanto, a practicar la vulnerabilidad. A diferencia del pensamiento generalizado, son inherentes; no se puede ser una cosa sin la otra. El valor de una persona se mide por su capacidad de ser vulnerable. Ellos viven ahora en la arena: con incertidumbre, riesgos y una exposición emocional feroz. Se levantan cada mañana y eligen el coraje en lugar del confort y sus familias, aunque eso implique tropezar, sufrir y, en algunas ocasiones, fracasar. Tienen la osadía de intentarlo, incluso cuando no pueden controlar el resultado. En este momento, están en acción, manteniendo la cabeza fría para no cometer errores y sin tiempo para conectar con la tranquilidad en medio de la tormenta. Cuando lo hagan, quedarán fuera de combate emocional y físicamente.
Son la única esperanza que tienen los enfermos de ganar la batalla.
Y es una responsabilidad enorme que viven con una fuerza desgarradora. Están agotados, aunque no derrotados, y son los ojos y la voz de todos los que no pueden sostener la mano de sus seres queridos. Ellos acogen esa última caricia, ese último suspiro. Imagina escuchar el pitido del oxígeno insuflando aire en los pulmones de un enfermo, notar que los latidos están a 20 y saber cuál será el desenlace. Y una de las enfermeras al frente, sin poder más y con riesgo de contagiarse, se quita los guantes y lo toca para que no muera solo. De repente, el latido empieza a subir. Y se salva. A veces, para seguir viviendo, solo se necesita el calor del contacto físico.
La respuesta de todos es titánica. ¿Qué piden a cambio?
Ser responsables, nada más. Su vacuna somos nosotros. Hacen más de lo que se les pide. Si queremos sobrevivir en el futuro, necesitamos mantenernos unidos como sociedad. Entonces, por respeto, cumplamos con nuestra parte.
Texto: Claudia Saíz
EL MUNDO
EL MUNDO digital
‘El Tiempo de Cura’. Un homenaje a nuestros profesionales de la salud por la lucha contra la pandemia
Lágrimas, miradas perdidas, destellos de frustración, gestos de desesperanza… La fotógrafa Emilia Brandão retrata el colapso causado por la COVID, pero no el de un sistema de salud, sino el de aquellas personas a quienes llamamos héroes.
Durante la primera ola de la pandemia, nuestros aplausos rompieron el silencio de ciudades confinadas y atemorizadas. Fue nuestra manera de animarnos unos a otros y de alentar a los profesionales de la salud en su lucha contra el coronavirus. Los meses de marzo y abril fueron una sucesión de noticias sobre muertes en residencias de ancianos, miles de hospitalizaciones al día y también cientos de fallecimientos, UCIs colapsadas…
Ante esa situación, la fotógrafa brasileña Emilia Brandão tomó una cámara, con el apoyo de Leica y de la ONG Médicos del Mundo, y se lanzó a los hospitales para retratar a los héroes de bata que estaban en la primera línea de batalla. «Era mi manera de devolver a esta ciudad y a este país algo de lo que tanto me han dado», explica. Así nació la exposición ‘El Tiempo de Cura: Retratos de los profesionales de la salud en la batalla contra la COVID-19’, que estará en exhibición hasta el 12 de noviembre en la Leica Gallery, en la calle José Ortega y Gasset 34.
El objetivo de la autora era contar, a través de los trabajadores del hospital, lo que estaba ocurriendo durante plena pandemia y el colapso del sistema de salud. «Entendí que ese era el mejor lugar porque era donde el coronavirus había igualado a todos». Desde la limpiadora hasta el director, nadie escapaba de ver las consecuencias de un virus que no sabían cómo controlar. Todos sintieron miedo, desesperación, frustración, dolor, agotamiento…
Ante la lente, 150 profesionales de los hospitales Gregorio Marañón, Puerta del Hierro y Universitario del Sureste se derrumbaron, uno a uno. «Quería ofrecerles un lugar de descanso y tranquilidad, donde se sintieran cómodos. Pensé que así me contarían cómo lo estaban viviendo, nunca imaginé que lo que llevaban dentro era esto», comenta Brandão, con los ojos llorosos y la voz quebrada por la emoción mientras observa los 30 retratos en exhibición. «En las noticias se hablaba del colapso del sistema de salud, pero quienes colapsaban eran las personas».
«SOLO HICIMOS NUESTRO TRABAJO»
Los profesionales de la salud afirman que si fueran héroes tendrían superpoderes y no faltarían camas, medicamentos ni oxígeno, que «solo hicimos nuestro trabajo». Eso fue lo que repitió el doctor José Eugenio Guerrero Sanz, jefe de la UCI del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, cuando el 16 de octubre recibió, en nombre de todos los profesionales de la salud, el Premio Princesa de Asturias de la Concordia.
El doctor José Félix Hoyo, presidente de Médicos del Mundo, lo mencionó también durante la presentación de la exposición *’El tiempo de curación’*. Y Emilia Brandão lo repite: «Ellos solo son humanos, no héroes. Personas que hicieron un esfuerzo inmenso».
https://www.elmundo.es/madrid/2020/11/04/5f8d4c8021efa0a8388b45a5.html
VOGUE ESPAÑA
Del ‘selfie’ al autorretrato: 5 consejos para fotografiarte con intención artística
“Entiendo los selfies y autorretratos como fotografías ‘semejantes’ porque el tema de ambos es uno mismo como sujeto principal de la composición, pero, cuando se profundiza en ello, hay muchas características fundamentales que los distinguen”, explica la fotógrafa brasileña embajadora de Leica Emilia Brandão. Ella es la encargada de compartir con Vogue España las reflexiones y trucos que mejor le funcionan a la hora de elevar más y más la calidad de su trabajo.
En palabras de Emilia Brandão:
“Cuando hago un selfie, lo suelo hacer con el móvil, y tiene la intención de ser simplemente una foto instantánea, de registrar un momento, comunicar un mensaje fácil de visualizar (una sonrisa, un abrazo con un amigo). No exige mucha interpretación por parte de la persona que ve la imagen, ni tampoco contiene mucha carga emocional o conceptual. Un selfie simplemente acontece.
Pero, cuando me propongo hacer un autorretrato, hay una reflexión por mi parte e invita a una reflexión por parte de los que miran. Puede tratar de temas distintos, como la identidad, una investigación del ser. Un autorretrato se produce, se crea. Hay un contexto, una ejecución, una intención, una narrativa. Es, sobre todo, una forma auténtica de autorrepresentación, una práctica de autorreflexión. No hace falta que nadie más lo vea.
A los que quieren hacerse un autorretrato, les aconsejo que tengan una cámara intimista (como por ejemplo una Leica), que entren en contacto con su YO, en el momento, en el tiempo y en el espacio que viven. Hay que atreverse a explorar cuestiones personales sin miedo e intentar capturar con la cámara esa parte del alma que no se suele enseñar ni a uno mismo”.
Consejos que mejorarán tus fotografías:
- Las ideas que surjan, apúntalas. Empieza a contextualizar tus ideas, crear una narrativa, pensar en lo que quieres comunicar, en lo que quieres transmitir. Es un momento de autorreflexión. Si te faltan ideas, busca referencias visuales para crear mentalmente la imagen que va a reflejar ese YO que quieres plasmar en tu autorretrato.
- Inspiración. Busca referencias fotográficas para nutrir tu imaginación, para huir del piloto automático y crear algo auténtico, con tu esencia. Aquí van algunas de mis inspiraciones: Cindy Sherman, Francesca Woodman, Viviane Mayer, Sophie Calle, Robert Mapplethorpe.
- Get ready! Prepara los elementos estéticos y técnicos que necesitas para la ejecución: cámara, trípode, disparador, luz, fondo, atrezos, ambiente… etc.
- Ahora que todo está listo, tienes un desafío, posar para tu propia cámara. No se trata de sacar un selfie con el móvil, un autorretrato requiere una relación con la cámara. La puedes poner en un trípode y sacar las fotos con un disparador (o con la app del móvil, por ejemplo) o delante a un espejo con ella en las manos. Pero lo importante es saber que la cámara está a tu servicio, y no dejar de fotografiar hasta que tengas algo que te represente.
- Lo más sencillo es simplemente dejarse llevar por el proceso creativo. Improvisar, dejar sentir y no parar de fotografiar hasta obtener una versión de ti mismo que quieres llevar contigo en tu historia.
https://www.vogue.es/living/articulos/del-selfie-al-autorretrato-consejos-leica-fotografia-camaras
ARTNET
El colectivo de fotografía South.Southwest tiene una ambiciosa misión de crear un nuevo canon de la fotografía latinoamericana. El grupo, que se formó hace varios años bajo el patrocinio de la empresa de cámaras Leica, reúne a fotógrafos desde Brasil hasta España, incluyendo a Sebastián Liste, Cristina de Middel, Álvaro Ybarra Zavala, Laura León, Jesús Rocandio, Adriana Zehbrauskas, Stephen Ferry, Tomás Munita y Emilia Brandão.
Aunque el trabajo profesional de estos fotógrafos varía entre el documental, el reportaje y la fotografía editorial, la producción del colectivo tiene una intención más singular: capturar una visión poética y expresamente artística de la identidad latinoamericana. Ahora, una selección de las obras del colectivo se presenta al público por primera vez en una exposición homónima, comisariada por Irakli Megre e Isabelle Thul, en la galería re|space de Berlín.
Los diversos paisajes, pueblos y animales capturados en estas imágenes ofrecen destellos de la vastedad del arte latinoamericano: la cultura pop se mezcla con el folclore, la vitalidad de la juventud se despliega sobre terrenos antiguos. La conexión íntima entre los pueblos latinoamericanos y la naturaleza es quizás el hilo común que comparten estas imágenes, que alternan entre complementarse y contradecirse, creando un retrato matizado de una comunidad global. En un rincón, las imágenes vibrantes y crudas en colores del fotógrafo estadounidense Stephen Ferry, que capturan intimidad y celebración, contrastan con las escenas cinematográficas cuidadosamente compuestas por la artista española Cristina de Middel.
Además, la exposición también representa una oportunidad única para los coleccionistas de fotografía. Cada obra en la exhibición está a la venta directamente de los artistas, y cada impresión es única; por lo tanto, el comprador será el único propietario de la obra. South.Southwest está destinado a ser un proyecto continuo, y las ventas de la exposición financiarán futuros proyectos.
CONDÉ NAST TRAVELER
‘El tiempo de cura’, la exposición que retrata a los sanitarios madrileños
Hasta marzo de 2020, la brasileña Emilia Brandâo fotografiaba a futbolistas, actores y músicos para distintas publicaciones de Europa y Sudamérica especializadas en lo que conocemos como «estilo de vida». Pero ese «estilo de vida» nos cambió a todos (Europa, Sudamérica y el resto del planeta) de la noche a la mañana, y a ella «que nunca había tenido esa vena fotoperiodística» le dio un toque en el hombro señalándole una dirección que nunca había tomado.
Hacía poco que se había instalado con su familia en Madrid, una vieja y amada conocida donde ya había vivido hacía años y que considera su segunda casa. Pero, esta vez, la que le recibió no fue la Madrid de la que se había enamorado, ruidosa, caótica, pizpireta y a veces deseperante, sino una ciudad bien distinta. Una cerrada a cal y canto, amenazada e impotente, triste y asustada que vivía 24 horas con la piel de gallina y el corazón encogido.
Esa ciudad aletargada y ese momento tan único e histórico le llevaron a un «proceso de profunda introspección», «de despertar un lado que tenía dormido», a darse cuenta de que «todos estamos interconectados con nuestras acciones» y comenzar una búsqueda para descurbir qué era «lo que el virus nos quería enseñar«.
«Me dieron ganas de hacer algo por los demás, y como yo lo único que sé hacer son retratos, quise con ellos aplaudir y valorar todo lo que el personal sanitario estaba haciendo por nosotros», explica Brandão.
Del conductor de ambulancias al pneumólogo, de celadores a cirujanos, del limpiador de la UCI al doctor que entrevistan en la televisión, todos fueron citados durante cuatro días entre los meses de abril y mayo, cuando la pandemia en España estaba en su punto álgido en tres grandes hospitales de Madrid (Hospital Universitario Puerta del Hierro, Hospital Gregorio Marañón y Hospital Universitario del Sureste), en sus escasos ratos de descanso entre sus larguísimos turnos para sentarse frente a su cámara.
Algunos explotaban, otros se derrumbaban, se quedaban sin palabras o contaban a Emilia algo que no se habían atrevido a compartir con nadie más.
El tiempo de cura es el resultado de una selección de ese trabajo: 150 historias, 150 personas que pelearon en primera línea de batalla contra el virus, que fueron pasando, uno a uno, por un estudio improvisado para ser retratados, envueltos, no con una capa de superhéroes como nos empeñábamos en verlos nosotros, sino en una capa de miedo, impotencia y servicio social: de humanidad.
Dolor, frustracion, cansancio, sueño, desesperación… que se traducen en ojeras hinchadas, canas desatendidas, miradas perdidas o lágrimas, y que han quedado grabadas en forma de estas preciosas y potentes imágenes en blanco y negro, testigos de una época que quisiéramos olvidar y una labor que nunca olvidaremos como homenaje a todo ese colectivo sanitario, que hoy recibe el Premio Princesa de Asturias a la Concordia 2020 en Oviedo.
Paradójicamente, madre de dos niños pequeños y un marido asmático, en un momento en el que aún se sabía menos de cómo se contagiaba, Emilia tenía la sensación de que «algo» le protegía: «Yo trabajaba a favor del virus, sabía que era un deber y por eso estaba tranquila».
Al pasear delante de la selección que compone en relato, y al recordar cada uno de los momentos en que las hizo, Emilia no puede controlar la emoción, como tampoco lo hacen José Félix Hoyo, presidente de Médicos del Mundo, ONG activamente involucrada en el apoyo a los hospitales españoles durante la pandemia, ni el doctor Jesús Millán, jefe de Medicina Interna del Hospital Gregorio Marañón de Madrid (y uno de los retratados), que estuvieron presentes en la presentación de la exposición en la Leica Gallery de Madrid, donde estarán hasta el 12 de noviembre.
Posiblemente El Tiempo de cura siga viajando a otros destinos, todavía inciertos. Como los de todos. Mientras tanto, Emilia sigue cámara en mano, dispuesta a seguir comprometida con el proyecto, «disparando» allí donde haga falta.
RTVE TELEDIARIO 1
https://www.rtve.es/play/videos/telediario/21-horas-13-11-20/5713722/?t=42m01s
por Carlos del Amor
RADIO RNE «El Culturódromo»
CADENA SER
«Las miradas del COVID»: el homenaje fotográfico a los sanitarios que combaten la pandemia
Tristeza, dolor, desesperación, agotamiento e impotencia. Es lo que transmiten las fotos realizadas en plena pandemia a 150 profesionales de varios hospitales de Madrid
Una galería sin color, y con emoción, que reconoce a los que nos siguen curando y cuidando
Madrid
Realizado durante los meses de marzo y abril de 2020, » el tiempo de cura», que así se llama la exposición, es un homenaje a los profesionales sanitarios que se enfrentan al pie del cañón a un enemigo invisible. Es un proyecto personal de la fotógrafa brasileña, afincada en Madrid, Emilia Brandao. «A mediados de marzo en Madrid, mi ciudad de adopción, mi vida al igual que la del resto de la humanidad, cambió radicalmente por culpa del Covid. Mientras vivía confinada con mi familia en casa, sentí una urgencia de querer ayudar y retratar a los héroes que combatían en primera línea. Creo que un retrato tiene la fuerza de un aplauso y sentía que necesitaban este reconocimiento. Quería ponerles caras y nombres, generar memorias para algunas de las personas que han vivido de cerca la lucha contra el virus», explica la fotógrafa.
«Lo peor que he vivido»
Lo dice y lo repite Inés García Calvo. Es enfermera de urgencias en el Hospital Gregorio Marañon de Madrid. «Yo cuando empecé a estudiar empezaba el sida ,estábamos con todas las investigaciones, no se sabía que era hasta que ya se identificó y yo no he pasado tanto miedo en mi vida. Y más que miedo era desesperación», cuenta Inés que recuerda uno de sus peores momentos en la sala de espera de las urgencias un día que llegó con 300 enfermos cuando la capacidad era de 60. Estaban en sillas y no podíamos llevarlos a ningún sitio. Te miraban con una desesperación», cuenta Inés.
Otra compañera, Esther Monje, auxiliar de enfermería recuerda el peor momento de su carrera cuando vio morir a un paciente en sus brazos porque no podía acompañarle la familia por los protocolos del Covid.
Elisa Castreño es la gobernanta del Gregorio Marañón, coordina los servicios de limpieza. Ella estuvo trabajando en Irak cuando estalló la guerra y esto lo recuerda mucho peor. «En la guerra puedes tener unas horas malas, pero luego hay momentos en los que te puedes agarrar, abrazar. Con el Covid no. Procuras estar alejado por miedo a contagiar. Este bicho nos ha dejado sin calor humano, que yo echo tanto de menos».
«El tiempo de cura»
Para tomar las fotos de la exposición se instaló un estudio fotográfico durante varios días dentro de cada uno de tres hospitales madrileños: Puerta del Hierro de Majadahona, Gregorio Marañón y Universitario del Sureste. «Mientras trabajaban días y horas sin descanso, sin tiempo ni energía para asimilar todo lo que les estaba pasando internamente, les ofrecía una pausa, una silla bajo mi luz para conocerlos y escuchar cómo se sentían, y al invitarles a un momento de tranquilidad muchos se conectaban con sus emociones por primera vez desde el inicio de la pandemia. Lejos de la imagen heroica que cargaban pude ver de cerca la naturaleza vulnerable de estos seres humanos, que curan y cuidan», explica Emilia Brandao. Cuenta la fotógrafa que el objetivo de este proyecto es retratar a los equipos hospitalarios que están luchando y sacrificando sus vidas para salvar y curar a miles de personas de la Covid. La exposición se puede visitar en la galería Leica de Madrid hasta el 12 de noviembre.
https://cadenaser.com/programa/2020/11/03/la_ventana/1604419336_649690.html
GLAMOUR BRASIL
Fotógrafa registra a profesionales en la primera línea contra el covid-19 en Madrid
El proyecto *»El Tempo de Cura»*, de la brasileña Emilia Brandão, pasó por 3 hospitales y retrató a equipos de limpieza, administración, médicos y enfermeros
Por testimonio de Stefani Sousa;
Fotos de Emilia Brandão
05/05/2020 05h49
En una entrevista para, la brasileña Emilia Brandão, de 37 años, comparte detalles de sus días fotografiando a profesionales de la salud que están en la primera línea de combate contra el coronavirus en hospitales de Madrid, España. En la ciudad donde vive y está confinada con su esposo y sus dos hijos, la fotógrafa descubre vivencias de amor, lucha y esperanza en el proyecto *»El Tempo de Cura»*. Entiende más abajo:
«Confinada en casa desde principios de marzo, sentí que necesitaba salir de mi zona de confort y documentar dónde está ocurriendo la guerra. Fue entonces cuando, a invitación de Leica, la marca de cámaras profesionales, decidí ofrecer un registro histórico a quienes trabajan en la primera línea y proporcionar una mirada de amor hacia esas personas que están muy necesitadas de afecto.
Yo esperaba que los profesionales hablaran de cosas del hospital, pero fuimos mucho más allá. Fue una experiencia muy transformadora. Tres hospitales de Madrid abrieron sus puertas y tuve el honor de fotografiar a 150 personas, desde médicos y enfermeros hasta personal de limpieza y administración.
Pensé que estaba preparada para escuchar historias sobre la vida en el hospital, sobre la muerte y la enfermedad, pero me sorprendieron las narrativas de sacrificios personales por parte de los profesionales de la salud. Eso me impactó profundamente.
Había un patrón en las sesiones. Los profesionales de la salud llegaban emocionados por las fotos, con una sonrisa en el rostro, pero esa energía desaparecía cuando estaban a solas conmigo. La intimidad y la confianza entre nosotros fue muy especial, y comenzaron a compartir sus historias.
Todos los días, exhaustos, médicos y enfermeros enfrentan largos turnos de trabajo, de 12 a 16 horas diarias. Están emocional y físicamente agotados, no solo por el trabajo que realizan, sino por todo lo que implica enfrentar la situación.
Los llamamos héroes, pero hablando con ellos, pude entender que esa palabra también les estaba causando un enorme estrés. Por más extraordinario que sea el trabajo que están realizando, está claro que están cerca del colapso.»
CULTURA INQUIETA
La fotógrafa brasileña y embajadora Leica, Emilia Brandão, presenta en Leica Gallery Madrid su proyecto El tiempo de cura: Retratos de los profesionales sanitarios en la batalla contra la covid-19.
La exposición se enmarca en las propuestas culturales de Leica Gallery Madrid, y como homenaje a los sanitarios que serán reconocidos el próximo 16 de octubre en Oviedo con el Premio Princesa de Asturias a la Concordia 2020.
Emilia Brandão comenzó a fotografiar en el año 2000 con una cámara antigua de su padre. Montó un laboratorio fotográfico y desde entonces no ha parado de fotografiar.
Su pasión son las personas, los retratos, la luz individual que se imprime en una fotografía.
Su carrera en cine con especialización en cinematografía hizo crecer su pasión para la fotografía fija y desde 2008 se dedica a la fotografía de manera profesional.
A mediados de marzo 2020, Madrid, su ciudad de adopción, vivía la semanas más duras de la crisis del COVID19. Tras semanas confinada junto a su familia, decidió apoyar a los que más sufrían con la crisis y retratar a los profesionales sanitarios, creando este proyecto: “El tiempo de cura”.
Tres Hospitales de Madrid dedicados exclusivamente al covid19 – Hospital Universitario Puerta del Hierro, Hospital Gregorio Marañón y Hospital Universitario del Sureste – que con su gran generosidad le abrieron sus puertas, donde montó un estudio fotográfico y tuvo el honor de fotografiar a 150 profesionales sanitarios, de todos los departamentos de los hospitales.
Explica la fotógrafa Emilia Brandão los principales objetivos de este proyecto han sido: hacer un homenaje a los profesionales que luchaban en esta batalla y ofrecerles un espacio seguro donde descansar y respirar, aunque fueran por unos pocos minutos, porque sabían que estaban al borde de un colapso:
«La intimidad y confianza que se creaba entre nosotros era muy especial y entonces compartían sus historias conmigo, cosas que muchas veces no habían dicho a sus parejas ni a sí mismos. Se encontraban emocionalmente y físicamente agotados no solamente por el trabajo sino por todo lo que conlleva enfrentar una pandemia. Nosotros y la media les llamábamos “héroes”, no obstante mientras les fotografiaba y les hablaba, he podido entender que esa palabra, que puede significar tener súper poderes, les estaba causando un estrés enorme. Porque son humanos y por más extraordinario que sea el trabajo que hacían, estaba claro que también necesitaban curarse para seguir adelante».
El tiempo de cura, por Emilia Brandão
Leica Gallery Madrid
Hasta el 12 de noviembre de 2020
CONDÉ NAST TRAVELER
EL VIAJE SENTIMENTAL DE EMILIA BRANDÃO CARNEIRO. Quizá no sepas que F&deO es el primero espacio expositivo centrado en la investigación del arte en femenino. Si no lo has hecho ya, podrás visitarlo hasta el 30 de julio de la mejor manera: a través de Sentimental Journey, la bellísima y poética exposición de la fotógrafa brasileña Emilia Brandão Carneiro.
Nacida en 1982 y embajadora de Leica en 2020, Brandão ha realizado exposiciones no solo en nuestro país, también en Alemania, Brasil y Francia, y su serie Sentimental Journey fue premiada este mismo año con Mención Honorífica por el 18 Julia Margaret Cameron Award for Women Photographers.
Las fotografías que verás en F&deO, tomadas en blanco y negro, son una serie de retratos de cisnes en el Sena, en París. Cada instante, cada retrato, desafía la imagen convencional de tan fotogénica ave y, desde una mirada poética y en cierto modo turbadora, establece una relación directa con el espectador. Una de esas que atrapan y hacen pensar.
Galería F&deO, Jorge Juan 14, local 3, Madrid.
https://www.traveler.es/articulos/planes-para-el-fin-de-semana-15-16-y-17-de-julio
ELLE SPAIN
Hasta el 30 de julio, podemos ver en la Galería F6deO la muestra Sentimental Journey, una exposición de fotografías de la brasileña Emilia Brandão Carneiro, que se centra en retratar cines en la Sena de París. Pero la autora se quiere alejar de estereotipos y vemos imágenes extrañas; un cisne feo y retorcido, por ejemplo. Pero nada que nos alarme, y esa es la especialidad de Brandão, saber captar todo aquello que nos resulta familiar a la vez que inesperado: la comida, los amigos… todo con un aura romántica, encantadora y especial.
CULTURA INQUIETA
Como flashes se suceden esas capturas mentales y diapositivas sentimentales que difuminadas por la suavidad de sus trazos que, desdibujadas en los límites de sus formas, nos evocan a la ensoñación que supone un romanticismo intimista que no se tiñe de rosa, sino de grises.
Si pensamos en lo romántico en todas sus acepciones, formas y manifestaciones, a muchos y muchas se nos vendrá a la cabeza como escenario común algunos de los rincones más famosos de París, la capital del amor.
En Sentimental Journey, una serie de la fotógrafa brasileña Emilia Brandão Carneiro (1982), la artista hace gala de su delicada sensibilidad y celebra lo romántico trabajando en pos de la evolución y la transformación del mundo del arte para imprimir una esencia femenina libre de complejos, prejuicios e ideas preestablecidas.
Fotografías en blanco y negro en las que se retrata a cisnes en el Sena. Aunque podría sonar un poco cliché, lo que convierte el trabajo de la brasileña en fascinante es que las capturas muestran algo distinto a lo que esperaríamos.
Por ejemplo, un cisne que se retuerce, con un aspecto feo, algo turbado, desafiando la imagen convencional que asociamos a estas graciosas aves. También notamos, por supuesto, la “firma Brandão” en la habitual ternura y generosidad de su mirada (que puede haber sido lo que llamó la atención de los comisarios de PhotoVogue, que premiaron cuatro de las imágenes de la serie).
El arte de Emilia Brandão Carneiro puede describirse como “desvergonzadamente romántico”.
En el trabajo de Emilia podemos ver la luz del sol filtrada poéticamente por las siluetas de los árboles, vemos rostros borrosos en un estado de ánimo pensativo, vemos flores, vemos nubes, vemos desnudos, etc.
Algunas imágenes son tan hermosas y mágicas que nos hacen sonrojar porque a veces olvidamos lo radical que es ser romántico en los tiempos que vivimos. El arte de Brandão existe para desafiar ideas preconcebidas. Es profundamente comprometido y humano. Es, de hecho, bastante inteligente.
En esta exposición, la brasileña que adoptó Madrid como su casa nos transmite la sensacíon de familiaridad. En un mundo obsesionado por la novedad, Brandão nos presenta imágenes que encuentran su valor en la representación de lo que ya conocemos.
La Galería F&deO de Madrid, el primero espacio expositivo centrado en la investigación del arte en femenino, abrió el 16 de junio las puertas a Sentimental Journey, una exposición individual de la aclamada y soñadora fotógrafa.